domingo, 22 de agosto de 2021

EL VALOR DE LA RETROALIMENTACIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO

EL VALOR DE LA RETROALIMENTACIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO

 

Arq. Enrique Adolfo Simmonds Barrios, MSc.

Bogotá; Agosto 20/2021.

 

Dentro del proceso educativo, después de la construcción del conocimiento, el estudiante debe demostrar la aprehensión de dichos conocimientos, esto normalmente suele hacerse mediante la aplicación de una evaluación de contenidos, la cual al final queda traducida en una calificación. Posterior a cada proceso de evaluación siempre es recomendado socializar con los estudiantes cuáles fueron los aspectos, tópicos o puntos en los cuales demostraron mayores fallas o desaciertos, con el propósito de que dichos estudiantes puedan internalizarlos, digerirlos y mejorarlos para seguir construyendo un nuevo y mejorado conocimiento. Basados en lo anterior, podríamos plasmar esto en el siguiente esquema.

 

Fuente: Imagen de elaboración propia (2021).

 

Con esto, podemos realizarnos la siguiente pregunta: ¿Qué valor tiene la retroalimentación en el proceso educativo? El presente planteamiento nos servirá de orientación para la esta reflexión.

 

Desde un punto de vista general y según la Real Academia Española[1], cuando se habla de retroalimentación, esta refiere a un efecto retroactivo de un proceso sobre la fuente que lo origina. Adicionalmente y según el Ministerio de Educación de Perú (2020)[2], la retroalimentación denota opiniones, juicios fundados sobre el proceso de aprendizaje, con los aciertos y errores, fortalezas y debilidades de los estudiantes. Este proceso se hace primero, para que el estudiante pueda reconocer los aspectos a mejorar dentro del desempeño demostrado en el proceso de evaluación. Segundo, para conocer y fomentar las fortalezas del aprendiz dentro de la construcción de su conocimiento. Tercero, sirve como herramienta fundamental de apoyo para contribuir a la superación y el mejoramiento del rendimiento estudiantil.

 

Fuente: Asistencia Técnica Educativa SM (2021).


En este sentido, y tomando como base lo plasmado por Pérez (2021)[3] en el blog People Next, este proceso debe ser efectivo y oportuno basado en los objetivos que se desea el estudiante alcance. Una correcta retroalimentación genera un impacto positivo y directo en el aprendiz, pero una incorrecta retroalimentación producirá todo lo contrario, podría tener un efecto negativo en su autoestima y su rendimiento y su relación con el resto de los compañeros; es decir, no aporta valor al proceso de aprendizaje. Esto daría a entender que la figura del docente es crucial, ya que como éste interactúe con los estudiantes y la forma en como aborda el proceso, hará que dichos aprendices se involucren cada vez más y reflexionen mejor acerca de sus propios desempeños.

 

Fuente: Blog People Next (2021).


Adicionalmente, y citando lo escrito por el Ministerio de Educación de Perú, “retroalimentar es acortar las distancias entre la situación actual en la que se encuentra el estudiante y la situación ideal a la que debe llegar. De esta manera, la retroalimentación es información que permite al estudiante cerrar la brecha entre el desempeño actual y el deseado”. Este proceso de la retroalimentación o «feedback» (en su expresión inglesa) debe ser pieza clave de cada docente dentro de su quehacer educativo, puesto que las evaluaciones no retroalimentan cuando sólo se comunica una calificación (A, B, C, Aprobado, Reprobado, etc.).

 

Fuente: Doral Family Journal (2021).


Por otro lado, según Chaux (2008)[4], y comulgando con sus planteamientos, muchos profesores de distintos niveles educativos justifican [y hasta apoyan] el ser fuertes y maltratantes con los estudiantes en este proceso, ya que, de lo contrario, éstos no aprenderían, y piensan que el ser suave y permisivo [positivamente hablando] es una acción incorrecta. Por el contrario, es perfectamente posible, como lo afirma Chaux, ser exigente y cuidadoso [suave y/o cordial] al mismo tiempo; de hecho, lo más efectivo en términos de aprendizaje es combinar estas dos cualidades.

 

Siguiendo con Chaux, éste plantea unos pasos para realizar una retroalimentación constructiva dentro del proceso educativo, en la que hay que ser cuidadosos con los estudiantes, pero sin dejar de ser exigentes con ellos.

1.    INICIAR CON UN COMENTARIO POSITIVO. Al comenzar con algo positivo el estudiante estará más pendiente de aquello que puede mejorar. Si se inicia con algo negativo, es muy probable que genere un rechazo sobre el resto de la retroalimentación.

2.    RESALTAR LO POSITIVO, NO SÓLO LO NEGATIVO. Con esto los estudiantes estarán mejor dispuestos a recibir los comentarios que realizaremos; recordemos que siempre habrá algo por resaltar (aunque no sea lo primero que salte a la vista).

3.    PRESENTAR LO NEGATIVO COMO ALGO QUE PODRÍA SER MEJOR. Este aspecto refuerza el mensaje enviado a los estudiantes de que confiamos en su capacidad para hacerlo mejor la próxima vez.

4.    EVALUAR EL PROCESO O EL PRODUCTO, NUNCA LA PERSONA. Aquí se lograría que los estudiantes tengan mejor claridad sobre lo que deben hacer para mejorar su desempeño, sin sentirse vulnerados.

5.    EVITAR BURLAS Y VERGÜENZAS. Comentarios con este contenido generan rechazo, frustración, desmotivación y, en algunos casos, reacciones violentas: esto no promueve el aprendizaje.

 

Para finalizar con esta breve reflexión, podemos observar la importancia y el valor que tiene la retroalimentación o feedback en el proceso educativo, como parte fundamental de la construcción de un mejorado y nuevo conocimiento en cada estudiante, dentro del cual la figura del docente (su conocimiento, experiencia y humanidad) será clave para la comunicación de una retroalimentación positiva y constructiva que promueva el mejoramiento académico.



[1] Diccionario de la Real Academia Española (2020). Disponible en: https://dle.rae.es/retroalimentaci%C3%B3n (Consulta: 20/Ago/2021).

[2] Ministerio de Educación de Perú (2020). La importancia de la retroalimentación en el proceso de evaluación. Disponible en: http://umc.minedu.gob.pe/la-importancia-de-la-retroalimentacion-en-el-proceso-de-evaluacion/ (Consulta: 20/Ago/2021).

[3] Pérez, Oscar (2021). 7 Consejos para dar retroalimentación de desempeño a tus empleados. Blog People Next. Disponible en: https://blog.peoplenext.com.mx/7-consejos-para-dar-retroalimentacion-de-desempeno-a-tus-empleados (Consulta: 20/Ago/2021).

[4] Chaux, Enrique (2008). Retroalimentar y crecer. Revista Altablero. Número 44, Enero – Marzo 2008. Disponible en: https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-162349.html (Consulta: 20/Ago/2021).

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