domingo, 12 de febrero de 2017

Sistema Holístico de Interacción Participativa para el Bajo Rendimiento Escolar (Parte 2 - Complementaria)



SISTEMA HOLÍSTICO DE INTERACCIÓN PARTICIPATIVA PARA EL BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR
 (parte 2 – complementaria)
– Problemática abordada bajo una el Pensamiento Sistémico –



Enrique Adolfo Simmonds Barrios
Arquitecto y Magíster en Informática Educativa
enriquesimmonds@gmail.com

Bogotá – Colombia (Febrero 2017)



I. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

Dentro de las situaciones que más enfrentan los docentes dentro del aula de clases es el conocido bajo rendimiento escolar. Este es un hecho que suele estar interconectado con una serie de acontecimientos y situaciones que son ajenas al aula y que raras veces suelen ser abarcadas por dichos docentes, ya que sólo se centran en la transferencia de contenidos académicos como tal.

En este sentido, el proceso educativo suele estar afectado por situaciones distractoras que comúnmente suele ser manejadas por los docentes en sus aulas, tales como: entrada y salida de estudiantes del salón, llegada a destiempo al inicio de clases, atención de llamadas telefónicas, manipulación de dispositivos electrónicos, conversaciones con compañeros, entre otros.

Sin embargo, es posible identificar otras situaciones o elementos que promueven el bajo rendimiento escolar de los estudiantes pero que necesitan ser manejados bajo la colaboración de otros profesionales (psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales, consejeros vocacionales), como por ejemplo: déficit de atención, dificultades específicas de aprendizaje, bajos niveles de interés en la carrera estudiada, entre otros.

Por otra parte, una infraestructura física inadecuada, condiciones geográficas/medio ambientales, inciden directa e indirectamente de los niveles de bajo rendimiento escolar, como por ejemplo: falta de un adecuado acondicionamiento termo acústico de los salones; mesas, pupitres, sillas en mal estado; excesiva o escasa iluminación del área de trabajo; entre otros.

Asimismo, es posible encontrar dentro del proceso de enseñanza aprendizaje situaciones que radican en la figura del docente y que pueden contribuir también al bajo rendimiento escolar, como puede ser el caso de bajos niveles de idoneidad y competencia dentro de la asignatura a impartir, falta de formación complementaria (al pregrado), bajos niveles de experiencia en ejercicio docente, entre otros factores.

Por último, existen otro grupo de situaciones que también inciden en el problema en cuestión y que su manejo es más delicado por formar parte de un ambiente externo al aula de clases, inclusive externo al centro educativo; tal es el caso de problemas intrafamiliares, familias disfuncionales, dificultades socioculturales, etc.

Tomando en consideración lo anteriormente dicho, es posible reconocer que el proceso educativo presenta un alto grado de complejidad, puesto que en éste intervienen una diversidad de factores que deben ser considerados y tomados en cuenta en aras de poder atacar y reducir los índices de bajo rendimiento escolar, y aumentar progresivamente la calidad y eficacia en dicho proceso.

Además, es necesario ir superando y transformando esquemas de unidireccionalidad en la enseñanza (profesor ® estudiantes) y establecer organizaciones para circulares e interdependientes, en la que todos los actores participen activamente dentro del proceso educativo que se lleva en el aula, pudiendo abordar las individualidades e historias personales que cada alumno trae consigo al salón y que directa o indirectamente tienen incidencia en este proceso.

Basados en lo expuesto, es posible que surjan preguntas al respecto de este problema, como: ¿Las estrategias empleadas por los docentes para abordar el bajo rendimiento escolar son las más eficaces? ¿Suelen los docentes manejar todos sus grupos de estudiantes de manera homogénea? ¿Es posible mantener un seguimiento del progreso estudiantil que incorpore aspectos externos a lo académico? ¿Hasta qué punto los docentes y/o centro educativo pueden involucrarse en situaciones que son externas al ambiente escolar?


II. JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

El abordaje de esta situación es considerada de importancia ya que los docentes, en tanto acompañantes de un proceso educativo, son los que llevan el protagonismo de dicho proceso, son los que están en contacto directo con los estudiantes y son los que cargan la mayor responsabilidad de la formación integral. Es conveniente porque el trabajo de estas situaciones que fomentan el bajo rendimiento estudiantil garantizará una mejor preparación y perspectiva profesional dentro y fuera del aula, y una visión mucho más holística del quehacer educativo. Es también socialmente relevante, ya que la formación integral de los estudiantes tendrá su fin en el desempeño de una actividad social y en la medida que los estudiantes estén mejor formados, mejor [y más favorable] será su impacto profesional en la sociedad.

Por otra parte, se considera adecuado el uso de la perspectiva sistémica para el manejo de este problema de bajo rendimiento estudiantil, en contraposición a una óptica reduccionista, ya que se busca que existan relaciones e interacciones entre los componentes y elementos del sistema (docentes, alumnos, grupo escolar, centro educativo, familia, comunidad), ya que esto arrojaría información nueva que haría que el sistema propuesto se vaya adaptando a los cambios acontecidos.


III. ESCALAS DEL SISTEMA PROPUESTO

Dentro del problema planteado es posible identificar más de un sistema que interactúan entre sí (sistema del salón de clases, sistema del centro educativo, sistema de la familia y la comunidad); es decir, un metasistema. Sin embargo, se podrían reconocer unas escalas las cuales facilitarían la descripción de estos sistemas, primero una escala micro, referida al estudiante, docente, comunidad, familia; segundo una escala macro, referida al salón de clases; una escala meso, referida a la interacción, comunicación, actividades, recursos, desempeño. Esto hablando del sistema salón de clases, familia y comunidad.

Y, considerando el sistema centro educativo, se podría identificar una escala micro referida a los salones de clases y áreas administrativas/complementarias, y una escala macro referida al centro educativo.

Se hace necesario el manejo de estas escalas dentro de todo el sistema propuesto ya que es necesario evaluar las interacciones entre cada uno de los componentes internos de cada sistema y la relación de los diferentes sistemas con los otros.


IV. COMPONENTES E INTERACCIONES DEL SISTEMA

Hablando acerca de los componentes e interacciones existentes dentro del sistema es posible considerar lo siguiente, cuando se muestra trabaja con el Sistema del Salón de Clases (ver FIGURA 1) los componentes propios del mismo es la figura del docente (D) y la de los estudiantes (E) desarrollando el proceso de enseñanza aprendizaje (PEA) inmersos dentro del salón de clases. Las interacciones dadas dentro de este pequeño sistema deben ser multidireccional, no solamente entre el docente y los estudiantes, sino entre el grupo mismo de estudiantes. En este escenario comienzan también a incidir las condiciones de infraestructura anteriormente dichas.

Por otra parte, al hablar de los componentes del Sistema de Salón de Clases (ver FIGURA 2) junto a los del Sistema de la Familia y la Comunidad, es posible considerar que el estudiante (E) pertenece a una familia (F) y una comunidad (C), y al mismo tiempo cuenta con un perfil psicopedagógico (PS) producto de la interacción con la familia, la comunidad y el ambiente escolar; este perfil psicopedagógico acompaña a estudiante dentro y fuera del aula (por eso en la figura 2 este componente está una parte dentro del sistema del salón de clases).

Finalmente, al ver el Sistema del Centro Educativo (ver FIGURA 3) es posible reconocer los siguientes componentes del mismo, los (sub) sistemas del salón de clases que se vinculan y relacionan entre sí y con el sistema administrativo y complementario que sirve de ayuda, soporte y guía para muchas de las funciones que se llevan dentro y fuera del aula.


V. DINÁMICA DEL SISTEMA

Cuando se trata el punto de la dinámica del sistema podría comentarse que los sistemas del salón de clases y los de la familia y la comunidad representan un alto grado de cambio, por su naturaleza en sí y todo lo que cada uno de los componentes implica. Ya cuando se estudia el sistema del centro educativo podría pensarse que nivel de dinamismo es menor comparado con los anteriores, puesto que éste representa más una estructura preestablecida de elementos y componentes que casi siempre se mantienen con el paso de los períodos escolares.


VI. RETROALIMENTACIÓN DEL SISTEMA

La retroalimentación que mayormente puede apreciarse en la problemática del bajo rendimiento estudiantil suele inclinarse más hacia una retroalimentación negativa, puesto que el docente aplica estándares y procesos establecidos (de cursos anteriores) los cuales no siempre se ajustan a la audiencia vigente; por el contrario, es la audiencia (los estudiantes) la que tiene que adaptarse.

En este sentido, se considera que para lograr mejores resultados en la formación integral de los estudiantes sería mucho más beneficioso optar por una retroalimentación positiva en la que todos los elementos que se reconocen como parte de los sistemas interactúen y aporten al proceso con la finalidad de promover una actualización y perfeccionamiento constante del sistema de enseñanza. También, porque el cambio de uno de los elementos de los sistema afectaría notoriamente el funcionamiento y la interacción del sistema mismo.


VII. EMERGENCIA DENTRO DEL SISTEMA

Al referir la emergencia dentro del sistema existen componentes que constantemente estarían arrojando información nueva que conllevaría a la actualización periódica de dicho sistema, como lo serían los estudiantes, sus respectivos perfiles psicopedagógicos, los docentes, las familias, la comunidad. Como son elementos tan dinámicos estarán arrojando una información emergente de forma constante.


VIII. TIPO DE SISTEMA

En otro orden de ideas, el sistema planteado para esta problemática podría estar enmarcado dentro de los sistemas antifrágiles, primeramente porque está sometido a constantes cambios; es decir, son sistemas dinámicos, y porque éste mismo sistema va aprovechando dichos cambios para ir mejorando su funcionamiento y de esta manera proporcionar mejores resultados o soluciones.


IX. CONCLUSIÓN

A criterio del investigador, la aplicación del pensamiento sistémico ofrecería muchas más bondades en el abordaje y solución de las situaciones que están interfiriendo en el bajo rendimiento escolar presenciado en las aulas de clases, puesto que éste permitiría trabajar bajo un panorama holístico considerando todos y cada uno de los elementos inmersos en el sistema. En este sentido, se pasaría de estar en un sistema unidireccional de enseñanza, en la que la prioridad del docente es cumplir con su función de transmitir un contenido académico sin considerar las distintas variables que están alrededor de este proceso, a un sistema en red en la que el docente trabaja en colaboración con el estudiante individual, con el grupo de estudiantes, con otros profesionales del centro educativo, con la familia, con la comunidad en las situaciones que pueden estar provocando un bajo rendimiento en la escuela.

También, el poder ir identificando las causas que están relacionadas con el bajo rendimiento escolar bajo una perspectiva sistémica hace que el docente, el centro educativo, la familia y la comunidad puedan trabajar de manera conectada y red en pro del logro de objetivos concretos en los estudiantes y que el resultado definitivamente se verá reflejado en su desempeño tanto dentro como fuera del aula y centro educativo.
   

FIGURA 1: Sistema del salón de clases en el que se muestra la interacción del docente y los estudiantes dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje



FIGURA 2: Sistema del salón de clases el cual es afectado por el (los) sistema(s) de familia y comunidad



FIGURA 3: Sistema del centro educativo en el que se muestra la interacción de los salones de clases y las áreas administrativas y complementarias dentro del centro educativo



 
 
 

VISITAS