EL ROL
DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO EN MEDIO DE LOS ENTORNOS VIRTUALES ACTUALES
Arq.
Enrique Adolfo Simmonds Barrios, MSc.
Bogotá;
Mayo 06/2021.
La situación
sanitaria y de salud que ha venido aconteciendo desde hace más de un año en el
mundo entero a raíz del COVID-19 ha llevado que los trabajos y los estudios
sean mediados por entornos virtuales; las aulas físicas se han cambiado por
aulas virtuales por medio del uso de un computador y conexión a Internet. Sin
embargo, vale la pena preguntar, ¿Están conscientes nuestros estudiantes de los
roles y actitudes que deben tener en medio de estos entornos virtuales
actuales? O, por el contrario, ¿Siguen manteniendo roles y conductas
tenidas en entornos presenciales en estos nuevos entornos virtuales educativos?
Las presentes interrogantes buscan orientar esta breve reflexión y
reafirmar los roles y actitudes o conductas que deben tener los estudiantes en
esta actual realidad educativa.
En este sentido, esta
nueva realidad educativa mediada por entornos virtuales necesariamente requiere
que, tanto estudiantes como docentes, respondamos cónsona y pertinentemente a
esta nueva forma de enseñanza y aprendizaje. Dentro de nuestro quehacer docente
es común escuchar por parte de estudiantes que prefieren más estar en un aula
física que en un aula virtual, que en un sistema virtual “aprenden menos” comparado
con un sistema presencial. A este respecto es necesario afirmar que ambas
modalidades educativas poseen el mismo valor académico, se estudian los mismos
contenidos, se esperan los mismos resultados [por parte de los estudiantes],
los egresados tienen las mismas oportunidades laborales, según es referido por el
portal informativo Carreras Universitarias Colombia (2000)[1]. Lo
que definitivamente no puede ser lo mismo son nuestras conductas y roles ante
esta nueva forma de estudio.
Por su parte, el
portal educativo español Sant Joan de Déu (2021)[2]
comenta que este tipo de formación cambia completamente el paradigma de la
educación tal y como se venía llevando antes de la aparición del COVID-19 en el
mundo. Esta modalidad virtual tiene como principal protagonista al estudiante o
alumnado, ya que éste es el responsable de su propia educación y formación, y
el docente, sería un facilitador, guía, tutor o acompañante dentro del proceso
de enseñanza-aprendizaje. Es por esto que es deseable reafirmar cuáles son las
conductas, actitudes, roles y/o competencias que deben tener los estudiantes,
en nuestro caso, universitarios, para finalizar exitosamente un curso y que al
mismo tiempo éste sea una experiencia agradable.
Ahora bien, dentro de
las conductas, actitudes, roles y/o competencias que los estudiantes deben
poseer, fortalecer y/o desarrollar están las siguientes: Para Rugeles, Mora y
Metaute (2015)[3],
la primera de ellas es la autodisciplina, la cual potencia la capacidad
para distribuir su tiempo, aprovechamiento del aprendizaje; esta característica
orientará al estudiante al logro de las metas personales y profesionales,
exigidas por él mismo o requeridas por el docente. Esta cualidad hace que el
propio estudiante pueda establecer ciertos horarios de trabajo, estudio y
realización de actividades particulares.
Asimismo, dentro de
este grupo encontrado en común por varias investigaciones está la citada por la
Universidad Abierta y a Distancia de México UnADM (2016)[4], el
compromiso con el propio aprendizaje. Todo estudiante debe asumir su
responsabilidad ante su propio aprendizaje, donde ya pasa de ser un ente pasivo
a ser un agente activo. Esta característica va aumentando en ellos mismos el
compromiso, motivación y desempeño personal para el logro de resultados, según
es afirmado también por Pérez (2014)[5].
De la misma forma,
Ramírez (2021)[6],
comenta que nuestros estudiantes deben ser tecnológicamente hábiles, cualidad
que los dispone a la utilización de nuevas aplicaciones, programas/softwares y
a la actualización constante. Un estudiante tecnológicamente hábil, según lo
reafirma Pérez (2014), busca desarrollar un gran manejo de búsqueda en la web,
y una gestión y curación de contenido.
De la misma forma,
Zambrano, Medina y García (2010)[7],
plantean otra competencia en esta reflexión, habilidad de comunicación en
línea [específicamente por escrito]. Con esto el estudiante transmite de
forma correcta, apropiada, concisa, efectiva, respetuosa y cordial todas sus
ideas mediante los distintos medios comunicativos empleados (correo
electrónico, mensajería instantánea, etc.); la comunicación en entornos
virtuales tiene un gran peso en este tipo de formación. Esta destreza
comunicativa, como lo llama la Universidad Abierta y a Distancia de México
UnADM (2016), está intrínsecamente relacionada con la habilidad de lectura y
escritura.
En este mismo orden
de ideas, según el portal educativo español Sant Joan de Déu (2021), otra
característica en nuestros estudiantes universitarios debe ser la capacidad
de resolución de dudas, incertidumbres y/o problemas. Puesto que esta
modalidad educativa sugiere una interacción asíncrona entre el grupo de alumnos
y entre alumnos y docente, es importante que el estudiante aprenda a plantear
sus preguntas y/o inquietudes de manera clara y concisa tanto entre sus
compañeros, como con el profesor, y también a resolver por su propia cuenta las
diversas dudas presentes mediante la investigación autónoma.
Lo anteriormente
expuesto es considerado como puntos en común entre diversos estudios e
investigadores. Sin embargo, existen otras cualidades que valdría la pena traer
a colación como: flexibilidad para adoptar nuevos estilos de aprendizaje,
actitud proactiva, actitud colaborativa, participación activa, automotivación,
autoconfianza, autoevaluación, independencia, pensamiento crítico y reflexivo,
entre otras.
Finalizando, el
quehacer actual del docente debe propender a la tenencia, fortalecimiento y
desarrollo de estos roles, actitudes, habilidades y/o competencias en nuestros
estudiantes en cada encuentro educativo que se tenga, destacando al mismo
tiempo que toda la responsabilidad de la educación en medio de los entornos
virtuales no recae sobre el estudiante, sino que es compartida con el docente,
quien, al fin y al cabo, es el guía y conductor del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
[1] Carreras Universitarias Colombia
(2000). ¿ESTUDIAR CARRERAS VIRTUALES ES FÁCIL O DIFÍCIL? Disponible en: https://carrerasuniversitarias.com.co/carreras/carreras-universitarias/estudiar-carreras-virtuales-es-facil-o-dificil
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[2] Sant Joan de
Déu: Campus Docent (2021). ¿QUÉ IMPLICA SER UN ESTUDIANTE VIRTUAL? Disponible en: https://www.santjoandedeu.edu.es/es/ciclos-formativos/ciclo-formativo-grado-medio-tecnico-tcae-virtual/decalogo-estudiante-virtual
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[3] Rugeles, Paul; Mora, Beatriz;
Metaute, Piedad (2015). EL ROL DEL ESTUDIANTE EN LOS AMBIENTES EDUCATIVOS
MEDIADOS POR LAS TIC. Revista Lasallista de investigación, Volumen 12,
Número 2, páginas 132-138. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rlsi/v12n2/v12n2a14.pdf
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[4] Universidad Abierta y a
Distancia de México UnADM (2016). ¿QUÉ ES SER UN ESTUDIANTE EN LÍNEA? Material
didáctico diseñado por el área de Educación Continua de la Coordinación
Académica y de Investigación, UnADM. Disponible en: http://www.mexicox.gob.mx/assets/courseware/v1/9eb90d819dcc6016b0fe43d5e42323a6/asset-v1:UnADM+AEEA19034X+2019_03+type@asset+block/estudiante-en-linea.pdf
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[5] Pérez, Mónica Mishell (2014). CARACTERÍSTICAS
DE UN ESTUDIANTE VIRTUAL. Portal educativo e-Learning en Galileo.
Disponible en: http://elearning.galileo.edu/?p=394
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[6] Ramírez, Guillermo (2021). CÓMO
SER UN ESTUDIANTE VIRTUAL EXITOSO. Citado por Campus Virtual de la
Contraloría General de la República de Costa Rica en el artículo: “Perfil del
estudiante exitoso”. Disponible en: https://campus.cgr.go.cr/capacitacion/Induccion/e-Estudiante/22_perfil_del_estudiante_en_lnea_exitoso.html
(Consulta: 06/Mayo/2021).
[7] Zambrano, William; Medina,
Víctor; García, Víctor (2010). NUEVO ROL DEL PROFESOR Y DEL ESTUDIANTE EN LA
EDUCACIÓN VIRTUAL. Dialéctica Revista de Investigación, sección Educación y
Sociedad. Número 26, páginas 51-62. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3340102
(Consulta: 06/Mayo/2021).