EL
VALOR DE LA PACIENCIA EN EL AULA
Enrique
Adolfo Simmonds Barrios
Arquitecto
Magíster en Informática Educativa
Facultad
de Arquitectura e Ingeniería Industrial
Docente
de la Institución Universitaria de Colombia
Bogotá;
Junio 07/2023.
Es muy común que dentro de lo que viene
siendo el desempeño docente como docentes, éstos atraviesen por distintos
momentos que son inherentes a su ámbito. Dentro de lo que es el grupo de estudiantes
es probable que dichos docentes se encuentren con diversas realidades
personales que acompañan la persona de cada aprendiz que a veces no suelen
favorecer su proceso educativo. Uno de los valores humanos que siempre debe
mantenerse dentro de las aulas de clases físicas y virtuales es la paciencia.
En este sentido, se acuerdo con la Real
Academia Española RAE (2023)[1],
una de las definiciones que éste plantea es que la paciencia es la capacidad de
padecer o soportar algo sin lograr alterarse; es decir, que las situaciones que
se estén viviendo puedan llevarse o manejarse con cierto grado de autocontrol.
Asimismo, puede verse como una habilidad
personal que poseen (o deben poseer) los docentes que los invita a ser
tolerantes, estar calmados, brindando un nivel de entendimiento ante las
situaciones que están viviendo con los estudiantes. Este valor aplicado a la
educación permite comprender y asumir que cada estudiante es único, con
realidades de vida específicas y que, por tal motivo, no puede ser considerado,
como dice el dicho popular, como “una persona más del montón”.
Adicionalmente, por experiencia y
aprendizaje del investigador, cuando los docentes aplican este valor en la
educación, son más conscientes que el aprendizaje (en cualquier tipo de
entorno, sea físico o virtual) debe ser un proceso gradual y controlado, y que
los estudiantes puede que necesiten varias repeticiones dentro de las
explicaciones que se hagan en el proceso educativo, con el propósito que todo
quede lo más claro posible.
Complementando lo anterior, la paciencia en
la enseñanza permite in creando y/o desarrollando entornos más inclusivos,
entornos donde el estudiante se siente acompañado y escuchado; es decir, que
sus necesidades educativas, poco a poco, se van atendiendo; prosigue el
investigador.
Seguidamente, y de acuerdo con el blog
educativo de La Salle de Madrid (2023)[2],
dentro de entornos educativos es posible realizar o llevar a cabo pequeñas y
sencillas acciones que vayan permitiendo fomentar la paciencia, sin importar el
nivel educativo, entre éstas están:
·
Esperar el turno para ser atendido.
·
Al momento de querer intervenir en una discusión guiada en el aula,
pedir la palabra y esperar a que sea el momento de intervenir.
·
Por parte del docente, emplear diferentes técnicas de aprendizaje
cooperativo que ayude a emplear la paciencia y el respeto mutuo.
·
Al momento de salir del salón, dejar el puesto de trabajo en mejores
condiciones que como fue encontrado, esto ayuda a fomentar la paciencia y el
orden en el salón.
Finalmente, apréciese que dentro del aula y
en cualquier proceso educativo, no sólo debe quedarse con lo relacionado a la
formación académica y de contenidos, sino también que estos mismos ambientes
permitan el fomento de valores humanos, personales, sociales, tan importantes
para una convivencia sana y saludable, ya sea en el aula como fuera de ella; la
paciencia es uno de estos valores.
[1] Real Academia
Española RAE (2023). PACIENCIA. Disponible en: https://dle.rae.es/paciencia
(Consulta: 07/Junio/2023).
[2] La Salle de Madrid
(2023). CÓMO TRABAJAR LA PACIENCIA. Blog educativo. Disponible en: https://educacioninfantil.lasalle.es/como-trabajar-la-paciencia/ (Consulta:
07/Junio/2023).