LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN ENTORNOS UNIVERSITARIOS
Enrique Adolfo Simmonds Barrios
Arquitecto Magíster en Informática Educativa
Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial
Docente de la Institución Universitaria de Colombia
Bogotá; Julio 17/2024.
Dentro de todo proceso
educativo, sea cual sea el nivel, siempre es requerida una etapa en la que al
aprendiz pueda medírsele el nivel de dominio de determinados conocimientos, las
competencias y habilidades desarrolladas, entre otros, y esto se logra mediante
la evaluación educativa. Esta podría considerarse como un termómetro educativo
que los docentes emplean en sus encuentros.
En este sentido, la
evaluación educativa proporciona información valiosa, cuantificable, medible
acerca de qué tan efectivas están siendo hasta ese momento las distintas
estrategias didácticas y, por ende, la aprehensión de conocimientos de los
estudiantes con respecto a temática específica. Todo docente debe prestar sumo
cuidado a esta parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, de forma que se
puedan seleccionar las mejores estrategias de evaluación acorde a un grupo,
temática y finalidad.
Adicionalmente, dentro
de todo proceso de evaluación educativa existe un aspecto que está íntimamente
ligado a ésta y es la retroalimentación o feedback (en inglés). La
retroalimentación permite a los estudiantes identificar fortalezas y aspectos
positivos, junto a debilidades o aspectos a mejorar dentro de su formación
académica. Al mismo tiempo, en el proceso evaluativo, se espera mantener
siempre motivados a los estudiantes.
Junto a lo anterior, hay
un tipo de análisis o estudio estratégico de situaciones, que puede ser
fácilmente aplicable a la formación académica: en análisis [o matriz] FODA:
fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Dentro de este análisis las
fortalezas y debilidades son aspectos internos del hecho de estudio, y las
oportunidades y amenazas son aspectos externos a éste. Por otro lado, las
fortalezas y oportunidades son aspectos positivos del elemento de estudio, y
las debilidades y amenazas son aspectos negativos del mismo.
Partiendo de esto, es
posible llegar a lo siguiente:
|
Aspectos internos
(reconocibles por el estudiante o mostrados por el docente) |
Aspectos externos
(identificables por el docente a tener en cuenta para el proceso educativo) |
Aspectos positivos (a
mantener y fomentar) |
FORTALEZAS |
OPORTUNIDADES |
Aspectos negativos (a
corregir y mejorar) |
DEBILIDADES |
AMENAZAS |
Tabla 1: F.O.D.A.
Elaboración propia.
Simmonds, E. (2024).
Este método desarrollado
por el estadounidense Albert S. Humphrey en la década de los 60s y 70s puede
resultar una herramienta de gran utilidad dentro del proceso de crecimiento,
mejoramiento dentro del proceso educativo tanto para estudiantes como para docentes.
El reconocimiento de aciertos y desaciertos de ambas partes podría promover
experiencias educativas más exitosas, significativas y constructivas.