jueves, 18 de julio de 2024

LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN ENTORNOS UNIVERSITARIOS

LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN ENTORNOS UNIVERSITARIOS

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Julio 17/2024.

 

 

Dentro de todo proceso educativo, sea cual sea el nivel, siempre es requerida una etapa en la que al aprendiz pueda medírsele el nivel de dominio de determinados conocimientos, las competencias y habilidades desarrolladas, entre otros, y esto se logra mediante la evaluación educativa. Esta podría considerarse como un termómetro educativo que los docentes emplean en sus encuentros.

 


En este sentido, la evaluación educativa proporciona información valiosa, cuantificable, medible acerca de qué tan efectivas están siendo hasta ese momento las distintas estrategias didácticas y, por ende, la aprehensión de conocimientos de los estudiantes con respecto a temática específica. Todo docente debe prestar sumo cuidado a esta parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, de forma que se puedan seleccionar las mejores estrategias de evaluación acorde a un grupo, temática y finalidad.

 

Adicionalmente, dentro de todo proceso de evaluación educativa existe un aspecto que está íntimamente ligado a ésta y es la retroalimentación o feedback (en inglés). La retroalimentación permite a los estudiantes identificar fortalezas y aspectos positivos, junto a debilidades o aspectos a mejorar dentro de su formación académica. Al mismo tiempo, en el proceso evaluativo, se espera mantener siempre motivados a los estudiantes.

 

Junto a lo anterior, hay un tipo de análisis o estudio estratégico de situaciones, que puede ser fácilmente aplicable a la formación académica: en análisis [o matriz] FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Dentro de este análisis las fortalezas y debilidades son aspectos internos del hecho de estudio, y las oportunidades y amenazas son aspectos externos a éste. Por otro lado, las fortalezas y oportunidades son aspectos positivos del elemento de estudio, y las debilidades y amenazas son aspectos negativos del mismo.

 

Partiendo de esto, es posible llegar a lo siguiente:

 

 

Aspectos internos (reconocibles por el estudiante o mostrados por el docente)

Aspectos externos (identificables por el docente a tener en cuenta para el proceso educativo)

Aspectos positivos (a mantener y fomentar)

FORTALEZAS

OPORTUNIDADES

Aspectos negativos (a corregir y mejorar)

DEBILIDADES

AMENAZAS

Tabla 1: F.O.D.A.

Elaboración propia. Simmonds, E. (2024).

 

Este método desarrollado por el estadounidense Albert S. Humphrey en la década de los 60s y 70s puede resultar una herramienta de gran utilidad dentro del proceso de crecimiento, mejoramiento dentro del proceso educativo tanto para estudiantes como para docentes. El reconocimiento de aciertos y desaciertos de ambas partes podría promover experiencias educativas más exitosas, significativas y constructivas.

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