lunes, 17 de noviembre de 2025

LA IA EN EL AULA ENTRE LA PROMESA PEDAGÓGICA Y LA REFLEXIÓN NECESARIA

 LA IA EN EL AULA ENTRE LA PROMESA PEDAGÓGICA Y LA REFLEXIÓN NECESARIA

 

 

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Noviembre 11/2025.

 

 

 

La presencia de la inteligencia artificial (IA) en la educación ha dejado de ser una posibilidad distante para convertirse en una realidad cotidiana en aulas, plataformas virtuales y laboratorios. Más que preguntarnos si debe utilizarse, la discusión actual se centra en cómo, con qué propósito y bajo qué condiciones éticas y pedagógicas la incorporamos al trabajo docente, esto lo apoya la UNESCO (2024)[1]. Para Puche (2024)[2], esta tecnología abre un horizonte de innovación que despierta entusiasmo, pero también provoca inquietudes legítimas sobre la autonomía estudiantil, el desarrollo del pensamiento crítico y la integridad académica. Asumir esta tensión, en lugar de negarla, es una tarea ineludible para el profesorado que busca integrar la IA sin renunciar a los principios de una educación humanista.

 




Imagen generada por Canva AI


En este sentido, Tuomi (2018)[3] y González (2018)[4], afirman que, entre los argumentos a favor, suele destacarse la capacidad de la IA para adaptar experiencias formativas al ritmo, estilo y necesidades de cada aprendiz. Los sistemas de aprendizaje adaptativo y los algoritmos de análisis de datos permiten ajustar actividades, materiales y niveles de dificultad, configurando trayectorias más personalizadas que las que el docente puede gestionar en solitario. No es casual que el 87,5 % de los docentes consultados por Puche (2024) considere que la IA puede personalizar el aprendizaje de manera constante. Lejos de ser un lujo, esta personalización parece indispensable en grupos heterogéneos y con demandas de inclusión cada vez más complejas.

 

Adicionalmente, otro aporte relevante tiene que ver con la eficiencia y la ampliación del acceso. Herramientas de IA que corrigen gramática, apoyan la calificación automática o gestionan tareas administrativas reducen la carga operativa del profesorado, liberando tiempo para actividades de mayor valor pedagógico. Dentro de las diversas fuentes consultadas, el 68,1 % de los docentes percibe que la IA contribuye de forma sistemática a la automatización de tareas, lo que coincide con los llamados internacionales a aprovechar la tecnología para mejorar la gestión educativa. A la par, el acceso a repositorios de información y recursos digitales de calidad favorece el estudio independiente, algo que el 93,1 % del profesorado identifica como un beneficio directo. En este sentido, la IA se configura como un puente hacia mayores oportunidades de aprendizaje.

 

Imagen generada por Canva AI


La inteligencia artificial en educación se presenta como un recurso con alto potencial para estimular la innovación y el desarrollo de competencias clave del siglo XXI, los docentes reconocen su capacidad para promover la innovación y que aproximadamente un 52,2 % considera que puede favorecer el pensamiento crítico cuando se utiliza para explorar escenarios, contrastar perspectivas o generar contenidos originales. Sin embargo, este panorama convive con preocupaciones profundas: el 71,5 % del profesorado percibe riesgos para la autonomía estudiantil, la mitad teme un deterioro de las habilidades analíticas y un 81,8 % señala que las respuestas automáticas pueden limitar el procesamiento autónomo de la información. A ello se suman dilemas éticos como el plagio automatizado, la producción de información falsa y la protección de datos personales, en un contexto de brecha digital y necesidad urgente de formación docente. Frente a este escenario, se propone concebir la IA como “copiloto” y no como piloto automático, manteniendo el criterio pedagógico y la ética del cuidado en el centro, con el fin de formar no usuarios pasivos, sino ciudadanos capaces de interpelar críticamente la tecnología.



[1] UNESCO. (2024). EL USO DE LA IA EN LA EDUCACIÓN: DECIDIR EL FUTURO QUE QUEREMOS. UNESCO. Disponible en: https://www.unesco.org/es/articles/el-uso-de-la-ia-en-la-educacion-decidir-el-futuro-que-queremos (Consulta: 15/Noviembre/2025).

[2] Puche Villalobos, D. (2024). INTELIGENCIA ARTIFICIAL COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA: VENTAJAS Y DESVENTAJAS DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE. Areté. Revista Digital del Doctorado en Educación, 10(ee), 85–100. Disponible en: https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2443-45662024000300085 (Consulta: 15/Noviembre/2025).

[3] Tuomi, I. (2018). THE IMPACT OF ARTIFICIAL INTELLIGENCE ON LEARNING, TEACHING, AND EDUCATION. Publications Office of the European Union. Disponible en: https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC113226 (Consulta: 15/Noviembre/2025).

[4] González González, C. S. (2023). EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN: TRANSFORMACIÓN DE LA FORMA DE ENSEÑAR Y DE APRENDER. Revista Qurriculum, 36, 51-60. Disponible en: https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/32719/Q_36_%20(2023)_03.pdf (Consulta: 15/Noviembre/2025).





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