LA IMPORTANCIA DEL DIBUJO MANUAL DENTRO DE LA ARQUITECTURA ACTUAL
Enrique
Adolfo Simmonds Barrios[1]
Bogotá
(Colombia); Noviembre 2020.
Los dinamismos
actuales a los cuales está siendo sometido el campo de la arquitectura y el
diseño, así como otras áreas de profesionalización, van exigiendo por parte de
aquellos que participan de dichas áreas mayores esfuerzos, mayores
requerimientos, mayores cualificaciones, nuevas capacidades y competencias que
den respuesta cónsona a esa realidad. Asimismo, nuevas tecnologías
constantemente van emergiendo y otras van siendo actualizadas, con el propósito
de acoplarse a los cambios acaecidos en determinado entorno profesional.
En este sentido,
hoy día se escucha hablar de «programas imprescindibles» para un arquitecto
diseñador, haciendo alusión a aquellas herramientas tecnológicas (softwares)
que dan solución a ciertas exigencias presentes en procesos de la arquitectura
y el diseño. Según un artículo del Master in Collective Housing dentro
de los programas más usados en este campo están: AutoCAD, Revit, 3D Studio Max,
Google SketchUp, Archicad, Rhinoceros 3D, Adobe Photoshop, Adobe Ilustrator,
CorelDraw, entre otros.
En este orden de
ideas, toda esta revolución informática actual genera la siguiente
interrogante: ¿Dónde quedan las competencias básicas de dibujo y creación
manual dentro de los procesos de ideación, análisis y expresión arquitectónica?
Cabe considerar
que, el punto inicial de esta reflexión debe partir del principio que todo
estudiante de arquitectura y diseño debe consolidar a lo largo de su carrera un
conjunto de competencias, habilidades, aptitudes que le permitan asumir los
retos que propone el mundo actual de manera integral. A este respecto, Rossado
(2017) afirma que dentro de las competencias necesarias para la carrera de
arquitectura están: Competencias básicas, Competencias Técnicas y
Computacionales, Competencias Sociales, Competencias Organizacionales.
En función a lo
dicho por la autora anteriormente citada, podría inferirse que el equilibrio
armónico de dichas competencias ayudará al egresado a un mejor desenvolvimiento
profesional. Esto sugiere considerar como inapropiado centralizar la
importancia de la formación en alguna de estas competencias o, por el
contrario, que el estudiante perciba que en su pensum de estudios alguna
materia posee mayor trascendencia que otra; cada curso debe tener como
propósito el desarrollar y fortalecer cierto grupo de competencias que, en
conjunto, formarán un profesional de excelencia.
Adicionalmente,
según la información mostrada por Rossado, las Competencias de Formación serían
las que involucran la creatividad, destreza manual, espacial, artística,
visual, etc., y las Competencias Técnicas y Computacionales, refieren el uso de
instrumentos, herramientas o equipos informáticos. Como criterio particular, se
podría decir que (en función a este par de competencias) el primer grupo podría
tener cierto nivel de prelación en función al segundo; es decir, la adecuada
consolidación de las Competencias de Formación daría mejores cimientos para la
consolidación de las Competencias Técnicas y Computacionales en estudiantes de
arquitectura y diseño.
Por otra parte,
Prado (2020) enfatiza la importancia que tiene en los arquitectos el dibujo
para comunicar visualmente las ideas y, por ende, la habilidad de dibujar, en
tanto una competencia de formación. Dentro de los diferentes procesos mentales
que están en juego al momento de realizar un dibujo están la capacidad de
análisis, el procesamiento de imágenes, la aproximación al diseño. Todo este
esfuerzo intelectual ofrece como resultado un excelente medio de comunicación,
citando textualmente a la autora: “la arquitectura, por medio del dibujo se
comunica y se proyecta”.
Así pues, podría
decirse que todo este proceso intelectual visual creativo comunicativo tiene
como protagonista al ser humano, en este caso, el estudiante o profesional en
arquitectura y diseño. Es este mismo protagonista quien, con estas competencias
y habilidades, proyecta la arquitectura: “El arquitecto requiere proyectar
arquitectura, por tanto, requiere del proyecto para ser arquitecto, requiere
dibujar para ser arquitecto” (Pulido, 1999).
En relación a
esto, Bohórquez, Montañez y Sánchez (2019) afirman que el dibujo, con respecto
al aprendizaje, la creatividad y el pensamiento, manifiestan de forma
intencional conceptos y sensaciones como resultado de la experiencia personal
de cada diseñador o, en este caso, de cada estudiante. Es decir, los estímulos
externos, una vez pasados por el filtro de los sentidos, transversalizados por
la subjetividad humana, son plasmados de forma única por cada persona. Este
proceso, que en definitiva es un proceso creativo, no puede bajo ningún
concepto ser relegado ni pasado a un segundo plano, ni mucho menos puede ser
realizado por instrumentos, herramientas o equipos informáticos. Todo este
cúmulo de actos forman parte del proceso de generación de ideas de diseño, que
inician con el dibujo, tal y como lo mencionan los autores.
Según Moneo
(2017), citado en Rossado (2017), a este respecto comenta: “A pesar de creer
que la cultura digital llevará inevitablemente a nuevos modos de representación
y de transmisión de la información acerca de cómo construir, la arquitectura se
piensa siempre desde el dibujo… El arquitecto siempre hará uso del ´rasguño´,
de los croquis, de los apuntes espontáneos, que adelantan lo que un edificio
puede ser”.
Sin embargo, el
aprendizaje y uso de instrumentos, herramientas o equipos informáticos,
viéndolos desde otra perspectiva, responde meramente a un proceso de adaptación
de los arquitectos y estudiantes de arquitectura a los nuevos entornos y
exigencias que se van presentando en los diversos ambientes laborales. Esta
idea es sustentada por Prado (2020), quien comenta que todas las personas se
adaptan a diferentes ambientes, en especial al cambiante ambiente virtual. Tal
es dicho por Charles Darwin, autor de la teoría de la evolución: “La especie
más inteligente, más fuerte no es la que sobrevive. La especie que sobrevive,
es aquella que se adapta a su ambiente”.
Es por eso que,
toda esta adaptación y aprendizaje de nuevas herramientas hacen del arquitecto
un profesional cada vez más integral y completo, sin dejar de lado las
competencias fundamentales para esta carrera. Lo que se busca es seguir
promoviendo y seguir apostando por un sano equilibrio formativo y a nivel de
competencias entre el diseño analógico (el dibujo y diseño manual «per sé») y
el diseño digital (uso de instrumentos, herramientas o equipos informáticos
enfocados al proceso arquitectónico), de manera que le permitan al estudiante
(futuro profesional) brindarle un abanico mucho más amplio de opciones y
posibilidades de respuesta ante situaciones específicas en su entorno laboral
concreto.
Finalmente, y
citando nuevamente a Rossado (2017), en cuando a la importancia de la expresión
artística se puede decir que: “Un arquitecto es un artista en la creación de
espacios, ningún software logrará representar las ideas con la habilidad
artística y calidad del trazo del diseñador. La calidez del dibujo y la
posibilidad de plasmar las ideas en cualquier momento, superficie o lugar, solo
la puede realizar la mano humana.”
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REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Bohórquez, Javier; Montañez, Magda; Sánchez, Wilmer
(2019). EL DIBUJO MANUAL Y DIGITAL COMO GENERADOR DE IDEAS EN EL PROYECTO
ARQUITECTÓNICO CONTEMPORÁNEO. Revista de Arquitectura (Bogotá), 22 (I).
107-117. (Consulta 05/11/2020. Disponible en https://doi.org/10.14718/RevArq.2020.2660).
MCH Master in Collective
Housing. LOS SOFTWARE DE ARQUITECTURA MÁS UTILIZADOS
POR LOS PROFESIONALES. (Consulta: 05/11/2020.
Disponible en: https://www.mchmaster.com/es/noticias/los-software-de-arquitectura/).
Pulido, Alfonso (1999). EL DIBUJO EN LA ENSEÑANZA
DE LA ARQUITECTURA. Madrid. (Consulta 05/11/2020. Disponible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=2900).
Rossado E., Verónica P. (2017). LA IMPORTANCIA DEL
DIBUJO EN LA FORMACIÓN DEL ARQUITECTO: EQUILIBRIO ENTRE DISEÑO DIGITAL Y EL
ANALÓGICO. SIGraDi 2017 XXI Congreso de la Sociedad Ibero-americana de
Gráfica Digital. Noviembre. (Consulta 05/11/2020. Disponible en http://papers.cumincad.org/data/works/att/sigradi2017_029.pdf).
[1] Maestría en Informática Educativa. Arquitecto docente de la
Institución Universitaria de Colombia. Correo electrónico:
enriquesimmonds@gmail.com