sábado, 31 de mayo de 2025

INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR


 

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Mayo 31/2025.

 

 

En la actualidad el uso de la inteligencia artificial (IA) es cada vez más frecuente en todos los ámbitos y escenarios de la vida de las sociedades. Es posible apreciarse el uso de herramientas de IA en la salud, medicina, educación, financias, industria, arte, arquitectura, entre otros, todos estos buscan mejoramiento de procesos, acceso a la información mucho más rápido, procesamiento de datos con mucha mayor velocidad entre otros.

 



En este sentido, de acuerdo con Google Cloud (2025)[1], una inteligencia artificial (IA) en un conjunto de tecnologías que posibilitan que las computadoras ejecuten una gran variedad de funciones que simulan los procesos neuronales del cerebro humano: ver, comprender, escribir, analizar datos, hacer recomendaciones, entre otras. Hoy en día la IA se ha convertido en una columna vertebral de la innovación.



 

En este orden de ideas, y como se ha comentado, la educación ha sido uno de los grandes campos de acción en los que se ha calado el uso de la inteligencia artificial, donde estudiantes y docentes lo emplean como soporte de la acción académica dentro y fuera del aula. Para Kroff, Coria y Ferrada (2024)[2], el impacto de la inteligencia artificial en contextos educativos, especialmente universitarios, ha sido significativo, y estas tecnologías, indudablemente han transformado las metodologías de enseñanza, puesto que permiten expandir las oportunidades para personalizar y aumentar la eficiencia de procesos educativos.

 

Prosiguiendo con los autores previamente referenciados, la inteligencia artificial en la educación se ha destacado especialmente por la personalización del aprendizaje, la optimización de tareas administrativas y la mejora de la calidad educativa, de acuerdo a la investigación realizada por ellos. De acuerdo a esto, los autores refieren:

 


La mayor personalización del aprendizaje es una de las principales ventajas de la IA en la educación universitaria. Los sistemas de IA pueden adaptarse al ritmo de aprendizaje de cada estudiante, ofreciendo materiales específicos y retroalimentación instantánea que promueven un aprendizaje más efectivo […]. Además, la accesibilidad se amplía al ofrecer recursos educativos digitalizados que están disponibles en cualquier momento y lugar […].

La eficiencia en la enseñanza también se ve incrementada mediante la automatización de tareas administrativas y la evaluación de trabajos mediante algoritmos de IA […]. Esto libera tiempo para que los docentes se enfoquen más en la interacción directa con los estudiantes y en actividades pedagógicas de mayor valor agregado. (Página 129)

 

Sin embargo, a pesar de las ventajas o bondades que se han podido reconocer en el uso de inteligencias artificiales en la educación superior, el Ministerio de Educación de Colombia (2025)[3], afirma que para las instituciones universitarias es imprescindible fortalecer su infraestructura tecnológica; es decir, equipar laboratorios con equipos de alto rendimiento, mejoras en la conectividad, sistemas elevados de almacenamiento de información en la nube, entre otros. Esta inversión permitirá poder acoplar la infraestructura física y tecnológica a lo requerido para el uso de inteligencias artificiales.

 


A esto, y a modo de cierre, referenciando nuevamente a Kroff, Coria y Ferrada (2024), para que el uso de inteligencias artificiales en educación siga teniendo un aumento y resultados positivos es importante que las comunidades y direcciones educativas inviertan esfuerzos en:

·         Brindar capacitación y formación continua, especialmente para los docentes.

·         Establecer políticas y normativas éticas en el uso de inteligencias artificiales dentro y fuera del aula.

·         Realizar inversión en infraestructuras tecnológicas.

·         Promover la innovación pedagógica.

·         Apoyar y acompañar esfuerzos docentes en el uso e implementación de inteligencias artificiales dentro de los procesos educativos.



[1] Google Cloud (2025). ¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL O IA? Google. Disponible en: https://cloud.google.com/learn/what-is-artificial-intelligence?hl=es-419 (Consulta: 31/Mayo/2025).

[2] Kroff, Francisco; Coria, Diego; Ferrada, Cristian (2024). INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA: INNOVACIONES, DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES. Revista Espacios. Volumen 45 (05). Septiembre - Octubre. Artículo 9. DOI: 10.48082/espacios-a24v45n05p09. Disponible en: https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-10152024000500120#:~:text=La%20inteligencia%20artificial%20ofrece%20un,Soong%20y%20Ho%2C%202021). (Consulta: 31/Mayo/2025).

[3] Ministerio de Educación de Colombia (2025). EDUCACIÓN SUPERIOR INICIA EL CAMINO PARA INTEGRAR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL PAÍS. Portal institucional. Disponible en: https://www.mineducacion.gov.co/portal/salaprensa/Comunicados/423752:Educacion-superior-inicia-el-camino-para-integrar-la-inteligencia-artificial-en-el-pais (Consulta: 31/Mayo/2025).

miércoles, 18 de diciembre de 2024

LA HABILIDAD DE LA AUTODISCIPLINA EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA DEL ESTUDIANTADO

LA HABILIDAD DE LA AUTODISCIPLINA EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA DEL ESTUDIANTADO

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Diciembre 17/2024.

 

 

Dentro de todo proceso formativo, especialmente en educación universitaria, existe un componente que todo estudiante debe ejercitar y/o desarrollar para garantizar altos niveles de éxito estudiantil; tal es el caso de la autodisciplina. De acuerdo con Coelho (2023)[1], la disciplina evoca la capacidad de las personas para poner en acto principios relativos al orden y a la constancia en diversos escenarios. Entonces hablar de autodisciplina es aquella disciplina impuesta sobre uno mismo.

 


En este sentido, la autodisciplina podría incidir positivamente en la educación de los jóvenes y/o adultos, especialmente, en un contexto universitario, ya que, y según la Fundación Santander (2023)[2] en su portal Open Academy, esta ayuda a conseguir aquello que una persona se proponga, inclusive lo que parecería imposible, ya que la autodisciplina alude a la “fuerza de voluntad”.

 

Asimismo, puede ser interesante mencionar que, en este caso, la habilidad de la autodisciplina puede llegar a generar en los estudiantes mejores técnicas y/o conductas asociadas a su propia formación académica. No en vano se podría destacar que Peñalver (2022)[3] refiera en una publicación que la autodisciplina “es una habilidad esencial para el éxito académico y en la vida en general” y que, aunque no sea sencillo desarrollar en los aprendices, existen técnicas y estrategias que ayudarán en su logro.

 

En este orden de ideas, se comparten algunos propósitos que podrán favorecer la autodisciplina en el aula planteadas por Peñalver[4]:

·                     Establecer reglas claras y explicar las consecuencias de su incumplimiento.

·                     Fomentar la autodeterminación y la toma de decisiones responsables.

·                     Establecer límites claros para el comportamiento inapropiado.

·                     Ayudar a los estudiantes a desarrollar un plan para alcanzar metas y objetivos.

·                     Fomentar la responsabilidad personal y la honestidad.

·                     Enseñar técnicas de autorregulación, como la respiración profunda y la meditación para manejar las emociones.

·                     Fomentar la capacidad de esperar y de controlar los impulsos.

·                     Desarrollar la capacidad de concentración y minimizar distracciones.

·                     Fomentar la paciencia y la capacidad de manejar situaciones de estrés.

·                     Ejemplificar la autodisciplina y el autocontrol en el comportamiento del profesor.

 

Como cierre se podría decir que, la ejercitación de esta habilidad en cuestión será de gran valor y provecho para los estudiantes dentro de cualquier etapa formativa, pero con mayor fuerza en un contexto universitario, puesto que es aquí donde terminarán de robustecer sus bases personales, morales, éticas y profesionales para enfrentarse a escenarios reales fuera de los límites de la institución.

 


Autodisciplina en la formación.

Fuente: Blendex (2024)[5].



[1] Coelho, Fabián (2023). DISCIPLINA. Enciclopedia Significados. Disponible en: https://www.significados.com/disciplina/ (Consulta: 17/Dic/2024).

[2] Fundación Santander (2023). AUTODISCIPLINA: ¿POR QUÉ ES CLAVE PARA EL DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL? Portal Open Academy. Disponible en: https://www.santanderopenacademy.com/es/blog/autodisciplina.html (Consulta: 17/Dic/2024).

[3] Peñalver, Pablo (2022). DESARROLLANDO LA AUTODISCIPLINA EN EL AULA: ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS. Portal FP Naranja. Disponible en: https://fpnaranja.com/desarrollando-la-autodisciplina-en-el-aula-estrategias-y-tacticas/ (Consulta: 20/Dic/2024).

[4] La información que se presenta está extraída de forma textual al artículo investigado.

[5] Blendex (2024). AUTODISCIPLINA PARA SER BILINGÜES. Portal empresarial. Disponible en: https://idiomasblendex.com/autodisciplina-para-ser-bilingues/ (Consulta: 20/Dic/2024).

martes, 12 de noviembre de 2024

LA LECTURA TÉCNICA EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

LA LECTURA TÉCNICA EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Noviembre 11/2024.

 

 

Cada vez se aprecia con más preocupación dentro de las aulas universitarias como los estudiantes [en este caso, de arquitectura] parecen no valorar la importancia que tiene la lectura técnica dentro de su formación profesional. Actos sencillos como revisar con atención un documento de orientación para la presentación de trabajos y proyectos (el cual suele expresar: descripción detallada de la actividad, aspectos a evaluar, evidencias a presentar, entre otras), no suele ser leído por un número significativo de aprendices.

 


En este sentido, y basado en experiencias previas, en función a los resultados que se obtienen con una evidencia, se considera que aproximada y probablemente un 55% de los estudiantes toma el tiempo requerido para realizar dicha lectura, y el otro 45% parece omitirlo total o parcialmente; esta apreciación se fundamenta en los documentos que presentan como evidencia de una actividad particular. Expresiones como “Yo no vi eso”, “Yo no leí esa parte” se vuelven cada vez más repetitivas; esto, en definitiva, tiene importantes repercusiones en los resultados de aprendizaje presentados por los aprendices.

 

Asimismo, Huarca (2022)[1], extrayendo unos resultados obtenidos en la facultad de Psicología de la Universidad Católica de Santa María en Arequipa, Perú, llegaron a coincidir que existe una brecha del colegio a la universidad y que es relevante que desde los primeros años de formación universitaria trabajar con el estudiante la familiarización de textos propios de su carrera.

 

Al mismo tiempo, Suárez (s.f.)[2] afirma que no es habitual encontrar aprendices que se encuentren en la transición entre la educación media (hasta el grado 11vo) y la educación superior (específicamente la universitaria), con habilidades de lectura y escritura desarrolladas a tal nivel que puedan enfrentarse a textos técnicos con determinado nivel de confianza.

 

Junto a esto, se suma lo dicho por Cazas, Federman y Feld (2008; citado en Huarca, 2022), que es muy notoria la diferencia entre un tipo de lectura, que podría ser más de distracción, a otro tipo que genera infinidad de dificultades de comprensión y que, al final, podría conllevar a la desmotivación y el desaliento por parte de estudiante dentro de su formación.

 


Es por ello que, es de gran incumbencia que el profesorado promueva eficiente y efectivamente la lectura de textos técnicos dentro de los estudiantes en sus respectivas materias, puesto que esto podría elevar sustancialmente los procesos mentales de los aprendices, junto a las producciones recibidas de ellos. Además, que se debe contar con profesionales con una formación en la lectura acorde, tal y como lo refiere Rovira y López (2017)[3].



[1] Huarca Flores, Paola (2022). LA LECTURA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y EL ROL DEL DOCENTE EN SU DESARROLLO. Revista Cubana Educación Superior. Volumen 41. Número 1. La Habana. Enero – Abril 2022. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0257-43142022000100010 (Consulta: 11/Nov/2024).

[2] Suárez G., Rodrigo A. (s.f.). LECTURA EN EDUCACIÓN SUPERIOR. Universidad de la Sabana. Bogotá, D.C. Disponible en: https://www.unisabana.edu.co/fileadmin/Archivos_de_usuario/Documentos/Documentos_Direccion_De_Estudiantes/E.A.Lectura_en_educacion_superior_OK.pdf (Consulta: 10/Nov/2024).

[3] Rovira, Yudith; López Ernesto (2017). LA LECTURA EN LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA. Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río. Número 21(3). Páginas 86-98. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-31942017000300013&lng=es&tlng=es (Consulta: 10/Nov/2024).

martes, 8 de octubre de 2024

ESTRATEGIAS PARA APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DENTRO DE LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS

 ESTRATEGIAS PARA APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DENTRO DE LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS

Enrique Adolfo Simmonds Barrios

Arquitecto Magíster en Informática Educativa

Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial

Docente de la Institución Universitaria de Colombia

Bogotá; Octubre 07/2024.

 

 

En la entrega anterior se pudo hacer todo un recorrido por lo que Daniel Goleman afirma es la Inteligencia Emocional (IE) y como ésta permite, en primera instancia, una autoregulación y autogestión de las emociones y sentimientos, y su importancia en un manejo efectivo de éstos, en especial, dentro del aula de clases (relaciones interpersonales docente – estudiante).

 

Al mismo tiempo, se pudo reconocer como existe evidencia científica que la aplicación de la IE en el ejercicio docente, ya sea en entornos presenciales o mediados por las TIC, ofrece resultados positivos y favorables en los procesos formativos, tal y como lo expresan literalmente Pertegal, Castejóny Martínez (2011, citado en Tacca, Tacca y Cuarez (2020))[1]: La efectividad y calidad del proceso de enseñanza tienen relación con las competencias sociales y emocionales del docente (página 3).

 

Ahora, en esta oportunidad, se compartirán ciertas estrategias que servirían a los docentes (y hasta estudiantes) para trabajar, aplicar y/o fomentar la Inteligencia Emocional dentro de las prácticas educativas realizadas a diario, esto con el propósito de propender entornos académicos más sanos y saludables tanto para la figura del formador, como la figura del aprendiz.

 

En este sentido, de acuerdo con la Universidad de La Sabana (2024)[2], cuando se desarrolla la IE, esto va contribuyendo al éxito personal y profesional de ambas partes, es por ello que el primer punto sugerido por ellos es el fomento de la autorreflexión, en tanto proceso que permite [primero] reconocer y [luego] comprender las propias emociones dentro del aula, evitando dejarse llevar por las emociones negativas.

 

Adicionalmente, y continuando con la fuente anterior, el siguiente aspecto sería el mostrar empatía con todas las personas que conforman la comunidad educativa universitaria, partiendo del hecho que antes de ser docentes, estudiantes, administrativos, etc., primero se es una persona humana, con historias de vida particulares, con acontecimientos externos a la institución, con realidades personales específicas.

 

Aunado a lo anterior, de acuerdo con Educrea Chile (2024)[3], hay que aumentar la capacidad de automotivarse y de motivar a los demás, de despertar en los estudiantes, y en el docente mismo, la estimulación en la realización de tareas, siento y transmitiendo el optimismo dentro de los entornos educativos. Esto se podría aumentar con el debido y adecuado reconocimiento dado a los aprendices.

 



Inteligencia Emocional.

Fuente: SM Educamos (2024).

 

En resumen, puede verse como con acciones estrategias concretas y sencillas, tanto los docentes como los estudiantes pueden favorecer entornos y procesos educativos mucho más sanos y saludables, y tal como lo refiere el portal SM Educamos (2024)[4], entre otras cosas, el buen manejo de la Inteligencia Emocional en el aula, ayuda a desarrollar habilidades para la vida y reduce también el acoso escolar puesto que fomenta la humanidad, empatía, comunicación y otros valores personales.



[1] Tacca, Daniel; Tacca, Ana; Cuarez, Renzo (2020). INTELIGENCIA EMOCIONAL DEL DOCENTE Y SATISFACCIÓN ACADÉMICA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO. RIDU Revista Digital de Investigación y Docencia Universitaria. Volumen 14. Número 1, Enero – Junio. Perú. e-ISSN: 2223-2516. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S2223-25162020000100009&script=sci_abstract (Consulta: 23/Agosto/2024).

[2] Universidad de La Sabana (2024). INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA UNIVERSIDAD, CLAVE PARA EL RENDIMIENTO ACADÉMICO Y EL BIENESTAR GENERAL. Portal institucional. Disponible en: https://www.unisabana.edu.co/portaldenoticias/al-dia/inteligencia-emocional-en-la-universidad-clave-para-el-rendimiento-academico-y-el-bienestar-general/ (Consulta: 08/Octubre/2024).

[3] Educrea Chile (2024). 14 ESTRATEGIAS PARA ESTIMULAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL AULA. Portal institucional. Disponible en: https://educrea.cl/14-estrategias-estimular-la-inteligencia-emocional-aula/ (Consulta: 08/Octubre/2024).

[4] SM Educamos (2024). ¿CÓMO DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL AULA? Portal institucional. Disponible en: https://educamos.com/glb-la/blog-glb-la/como-desarrollar-la-inteligencia-emocional-en-el-aula/ (Consulta: 08/Octubre/2024).

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