LA HABILIDAD DE LA AUTODISCIPLINA EN LA FORMACIÓN
UNIVERSITARIA DEL ESTUDIANTADO
Enrique Adolfo Simmonds Barrios
Arquitecto Magíster en Informática Educativa
Facultad de Arquitectura e Ingeniería Industrial
Docente de la Institución Universitaria de Colombia
Bogotá; Diciembre 17/2024.
Dentro de todo proceso
formativo, especialmente en educación universitaria, existe un componente que
todo estudiante debe ejercitar y/o desarrollar para garantizar altos niveles de
éxito estudiantil; tal es el caso de la autodisciplina. De acuerdo con Coelho
(2023)[1],
la disciplina evoca la capacidad de las personas para poner en acto principios
relativos al orden y a la constancia en diversos escenarios. Entonces hablar de
autodisciplina es aquella disciplina impuesta sobre uno mismo.
En este sentido, la
autodisciplina podría incidir positivamente en la educación de los jóvenes y/o
adultos, especialmente, en un contexto universitario, ya que, y según la
Fundación Santander (2023)[2] en
su portal Open Academy, esta ayuda a conseguir aquello que una persona se
proponga, inclusive lo que parecería imposible, ya que la autodisciplina alude
a la “fuerza de voluntad”.
Asimismo, puede ser
interesante mencionar que, en este caso, la habilidad de la autodisciplina
puede llegar a generar en los estudiantes mejores técnicas y/o conductas
asociadas a su propia formación académica. No en vano se podría destacar que
Peñalver (2022)[3]
refiera en una publicación que la autodisciplina “es una habilidad esencial
para el éxito académico y en la vida en general” y que, aunque no sea sencillo
desarrollar en los aprendices, existen técnicas y estrategias que ayudarán en
su logro.
En este orden de ideas,
se comparten algunos propósitos que podrán favorecer la autodisciplina en el
aula planteadas por Peñalver[4]:
·
Establecer
reglas claras y explicar las consecuencias de su incumplimiento.
·
Fomentar
la autodeterminación y la toma de decisiones responsables.
·
Establecer
límites claros para el comportamiento inapropiado.
·
Ayudar
a los estudiantes a desarrollar un plan para alcanzar metas y objetivos.
·
Fomentar
la responsabilidad personal y la honestidad.
·
Enseñar
técnicas de autorregulación, como la respiración profunda y la meditación para
manejar las emociones.
·
Fomentar
la capacidad de esperar y de controlar los impulsos.
·
Desarrollar
la capacidad de concentración y minimizar distracciones.
·
Fomentar
la paciencia y la capacidad de manejar situaciones de estrés.
·
Ejemplificar
la autodisciplina y el autocontrol en el comportamiento del profesor.
Como cierre se podría
decir que, la ejercitación de esta habilidad en cuestión será de gran valor y
provecho para los estudiantes dentro de cualquier etapa formativa, pero con
mayor fuerza en un contexto universitario, puesto que es aquí donde terminarán
de robustecer sus bases personales, morales, éticas y profesionales para
enfrentarse a escenarios reales fuera de los límites de la institución.
Autodisciplina
en la formación.
Fuente:
Blendex (2024)[5].
[1] Coelho, Fabián (2023). DISCIPLINA.
Enciclopedia Significados. Disponible en: https://www.significados.com/disciplina/ (Consulta:
17/Dic/2024).
[2] Fundación Santander
(2023). AUTODISCIPLINA: ¿POR QUÉ ES CLAVE PARA EL DESARROLLO PERSONAL Y
PROFESIONAL? Portal Open Academy. Disponible en: https://www.santanderopenacademy.com/es/blog/autodisciplina.html (Consulta:
17/Dic/2024).
[3] Peñalver, Pablo (2022).
DESARROLLANDO LA AUTODISCIPLINA EN EL AULA: ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS.
Portal FP Naranja. Disponible en: https://fpnaranja.com/desarrollando-la-autodisciplina-en-el-aula-estrategias-y-tacticas/ (Consulta:
20/Dic/2024).
[4] La información que se
presenta está extraída de forma textual al artículo investigado.
[5] Blendex (2024). AUTODISCIPLINA
PARA SER BILINGÜES. Portal empresarial. Disponible en: https://idiomasblendex.com/autodisciplina-para-ser-bilingues/ (Consulta:
20/Dic/2024).
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