HORAS DE
DEDICACIÓN AL ESTUDIO EN ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA DE JORNADAS NOCTURNAS
Arq.
Enrique Adolfo Simmonds Barrios, MSc.
Bogotá; Diciembre
09/2022.
Hoy en día son más
personas que a pesar de estar desempeñando determinada actividad laboral,
desean cursar una carrera universitaria que les permita optar por nuevas y
mejores oportunidades, o ascensos en el trabajo actual. Muchos institutos
universitarios han podido ajustar su oferta académica de manera tal que puedan
brindar facilidades y accesos al estudio a pesar de que haya personas que realicen
trabajos durante la jornada de mañana y la tarde. Sin embargo, este pequeño
panorama [junto a comentarios expresados por estudiantes activos] nos invitaría
a reflexionar si ¿Estas
personas/estudiantes de Arquitectura de jornada nocturna deben sólo limitarse
al grupo de horas que se tengan por día en la universidad ya que tienen
trabajos de 8 horas diarias y, en la noche, al llegar a sus hogares, deben
atender sus familias, preparar cosas del siguiente día y descansar?
Este tipo de observaciones es muy común apreciarlas en estudiantes del primer semestre y parte del segundo. De acuerdo con el portal educativo de la Fundación Universia[1] de Uruguay, la exigencia académica, el número de horas de clases, las materias y las actividades en los primeros semestres de la carrera pueden llegar a ser abrumadoras, hasta que el estudiante se va ajustando a este nuevo entorno y organiza mejor el tiempo disponible. Pero sin olvidar que un estudio o formación universitaria suele ser muy exigente, demandante indistintamente la carrera; los elevados niveles de exigencia son de gran importancia y valor puesto que propiciarán un mejor aprendizaje y el desarrollo de determinadas habilidades que resultará esencial para la preparación de los formandos para lo que les vendrá: una carrera profesional.
En este sentido, en
tanto docentes que desarrollamos una actividad pedagógica y formativa (humana y
profesional) debemos recalcar hasta el cansancio que la exigencia que se tiene
en las aulas estará directamente relacionada con su éxito profesional y su nivel
de competencia en un entorno laboral real. Esta idea es apoyada por Florez
Juárez (2015)[2]
dentro de un ensayo, en el cual afirma que:
Numerosas investigaciones demuestran que la
exigencia académica está positivamente correlacionada con el aprendizaje y la
persistencia de los jóvenes, indicadores clave del éxito estudiantil. Exigir
implica que los muchachos se esforzarán más y que desarrollarán mejor sus
numerosas potencialidades. O como señaló John Roueche, profesor de la
Universidad de Texas en Austin (2005, comunicación personal), “no le hacemos
ningún favor pidiéndole poco a los jóvenes… hay que exigirles más, para que se
habitúen a entregar mucho, a una sociedad que necesita desesperadamente de su
contribución”. (Página 8)
Complementando lo
anterior, el nivel de exigencia aplicado a los estudiantes hará que éstos
necesariamente deban invertir más tiempo adicional a los minutos que dura una
clase en un salón, porque con ello los aprendices deberán ir asimilando los
contenidos estudiados, ir identificando su utilidad dentro de su contexto, e ir
poniendo en práctica lo tratado en el aula: de esta manera se va construyendo
conocimiento valioso.
Por otro lado, hay
carreras o programas universitarios que, casi con un carácter de obligatoriedad
por la naturaleza de los mismos, su simple de estudio, aprendizaje, práctica,
producción no puede limitarse a los minutos de permanencia en el salón de
clases, tal es el caso de Arquitectura, Medicina, Derecho, entre otras. Sería
casi que inconcebible que por ejemplo un estudiante de medicina sólo dedique
110 minutos al día (lo que puede durar una clase) para el aprendizaje del
funcionamiento de cerebro humano, o que un estudiante de arquitectura pueda en
ese tiempo realizar la creación, maduración y construcción de una propuesta
arquitectónica, o que, por el contrario, un estudiante de derecho pueda en esos
minutos leer, asimilar, discutir, debatir y practicar un proyecto de ley
determinado.
El estudio de una
carrera universitaria realmente desestimo que pueda lograrse como es debido y
como la sociedad lo demanda con tan sólo un tiempo mínimo de dedicación al día
(horas de clases en el aula). Los estudiantes deben ser y estar conscientes de
esto mucho antes de pagar una matrícula universitaria, puesto que deben
considerar su propia realidad personal (trabajos, familia, hijos,
desplazamientos, localidad de residencia, etc.). Los docentes estamos en el deber
ético y profesional de exigir mucho a los estudiantes para que ellos produzcan
cada vez más y mejor, ya que en los entornos laborales siempre se contrata a la
persona más competente para una posición determinada. El solamente pensar que,
en este caso particular, un estudiante de arquitectura pueda formarse íntegra y
completamente con [aproximadamente] 3.5 horas al día de dedicación es algo que
no cabe dentro de lo que se concibe en una carrera de tanta complejidad como la
nuestra, y aún peor, solamente el escuchar [sugerentemente] por parte de
estudiantes de jornada nocturna que, por el hecho de ellos trabajar durante el
día, tener hijos, vivir lejos, pararse muy temprano, etc., hay que exigirles
menos, hay que hacer todas las tareas en el salón, no hay que enviar
actividades para la casa, o expresiones similares, es tener en frente un
estudiante que prefiere irse por el camino del facilismo y la mediocridad, y no
por el camino de la excelencia académica, profesional y humana.
HOURS
OF DEDICATION TO STUDY IN ARCHITECTURE STUDENTS OF NIGHT CLASSES
Architect
Enrique Adolfo Simmonds Barrios, MSc.
Bogotá;
December 9th/2022.
Nowadays there are more people who, in spite of
being in a certain job, wish to pursue a university degree that will allow them
to opt for new and better opportunities, or promotions in their current job.
Many university institutes have been able to adjust their academic offerings in
such a way that they can provide facilities and access to study despite the
fact that there are people who work during the morning and afternoon. However,
this small panorama [added to comments expressed by active students] would
invite us to think on whether these
people/students of Architecture at night should only be limited to the group of
hours they have per day at the university since they have 8-hour jobs and, at
night, when they get home, they must take care of their families, prepare
things for the next day and rest?
This type of observations is very common in
students in the first semester and part of the second semester. According to
the educational portal of the Universia Foundation1 of Uruguay, the academic demands, the number of hours
of classes, the subjects and the activities in the first semesters of the
career can become overwhelming, until the student adjusts to this new
environment and better organizes the time available. But without forgetting
that a university study or training is usually very challenging, arduous
regardless of the career; high levels of demand are of great importance and
value since they will lead to better learning and the development of certain
skills that will be essential for the preparation of the students for what will
come: a professional career.
In this sense, as teachers who develop a
pedagogical and formative activity (human and professional) we must emphasize
ad nauseam that the demand in the classroom will be directly related to their
professional success and their level of competence in a real work environment.
This idea is supported by Florez Juárez (2015)2 within an essay, in which he states that:
Numerous research studies show that academic
demand is positively correlated with learning and persistence in young people,
key indicators of student success. Demanding means that kids will try harder
and better develop their many potentialities. Or as noted by John Roueche, a
professor at the University of Texas at Austin (2005, personal communication),
"we do young people no favors by asking too little of them...we must
demand more of them, so that they get in the habit of giving a lot, to a
society that desperately needs their contribution." (Page 8)
Complementing the above, the level of demand
applied to students will necessarily require them to invest more time in
addition to the minutes that a class lasts in a classroom, because with it the
learners must assimilate the content studied, identify its usefulness in their
context, and put into practice what has been covered in the classroom: in this way
valuable knowledge is built.
On the other hand, there are careers or
university programs that, almost obligatorily by their nature, their simple
study, learning, practice, production cannot be limited to the minutes spent in
the classroom, such is the case of Architecture, Medicine, Law, among others.
It would be almost inconceivable that, for example, a medical student could
only dedicate 110 minutes a day (the length of a class) to learning how the
human brain works, or that an architecture student could spend that time
creating, maturing and constructing an architectural proposal, or that, on the
contrary, a law student could spend those minutes reading, assimilating,
discussing, debating and practicing a specific law project.
The study of a university career I really do
not believe that it can be achieved as it should be and as society demands with
only a minimum time of dedication per day (hours of classes in the classroom).
Students should be aware of this long before paying a university tuition, since
they should consider their own personal reality (jobs, family, children,
commuting, place of residence, etc.). We teachers have an ethical and
professional duty to demand a lot from our students so that they produce more
and better, since in work environments the most competent person is always
hired for a given position. The mere thought that, in this particular case, an
architecture student can be fully and completely trained with [approximately]
3.5 hours a day of dedication is something that does not fit within what is
conceivable in a career of such complexity as ours, and even worse, only to
hear [suggestively] from night students that, because they work during the day,
have children, live far away, wake up very early, etc., we must demand less of
them, we must do all the homework in the classroom, we must not send activities
for home, or similar expressions, is to have in front of us a student who
prefers to go down the path of ease and mediocrity, and not down the path of
academic, professional and human excellence.
[1] Fundación Universia Paraguay
(2017) Consejos para estar al nivel de
las exigencias en los trabajos universitarios. Disponible en: https://www.universia.net/uy/actualidad/orientacion-academica/consejos-estar-nivel-exigencias-trabajos-universitarios-1148698.html
(Consulta: 09/Dic/2022).
[2] Flores Juárez, José Benito
(2015). Exigencia Académica en el Aula
Universitaria: Un Ensayo sobre Rigor y Exigencia en Universidades Mexicanas.
Universidad Autónoma de Baja California. Disponible en: https://hablandoderecho.wordpress.com/2015/02/10/exigencia-academica-en-el-aula-universitaria-un-ensayo-sobre-rigor-y-exigencia-en-universidades-mexicanas/
(Consulta: 09/Dic/2022).
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