COMPROMISO
TECNOLÓGICO Y APRENDIZAJE AUTÓNOMO
Tú, como docente…
¿Estarías de acuerdo con esta afirmación?
“Hoy en día es más valioso desarrollar
la habilidad de involucrar y comprometer a los estudiantes en varias
tecnologías, para proveerlos de información actual y de fuentes altamente
creíbles que alimenten su aprendizaje autónomo, que impartir clases desde el
modelo transmisivo”. (Quintanilla, 1995)
En algún momento de la
historia de la educación, ante el problema de la enseñanza se utilizaba un
modelo transmisivo, el cual podría vincularse con el conductismo; a modo
personal de ver, unidireccionalidad educativa (el docente “da” y el estudiante
“recibe”). Este modelo adjudica al estudiante el papel de receptor pasivo en su
educación. Los nuevos paradigmas educativos apuestan que el conocimiento se
construye transversalizando docentes-alumnos-contexto con la tecnología,
apoyando lo dicho por Quintanilla (1995), quien entre líneas asoma el andamiaje
y la visión constructivista-tecnológica del conocimiento: la tarea del docente
debe apuntar a la de facilitador y guía sobre fuentes apropiadas de
información; la de promotor de hábitos y destrezas en el uso y manejo de
tecnologías, y la de seguir potenciando el rol de agente activo, autónomo y
protagónico del estudiante dentro de la construcción de su propio conocimiento.
De la misma forma que lo
plantea el autor anterior, Fossatti (2011) también reconoce que el estudiante
debe apropiarse de este carácter autónomo que los nuevos entornos tecnológicos
de aprendizaje exigen. La autonomía conlleva una menor dependencia de la figura
del profesor, asumiendo el estudiante mismo mayor compromiso en el manejo de
las tecnologías que están enfocadas a la construcción de su aprendizaje. La
afirmación de Quintanilla (1995) podría relacionarse al efecto espiral dentro
de la educación: el estar involucrado y comprometido con las nuevas tecnologías
educativas, moverá en el estudiante y en profesor el querer aprender acerca de
ello y en medio de este nuevo conocimiento encontrarán otras nuevas tecnologías
que a su vez los animarán a seguir investigando, reflejándose de esta forma
dicho efecto espiral.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
FOSSATTI, M. (2011). El Tutor 2.0: Competencias para el Aprendizaje Colaborativo E-Learning 2.0. Revista Cognición. Fundación Latinoamericana para la Educación a Distancia, FLEAD. Núm.31. Año 07. Disponible en: http://www.cognicion.net/images/articulos/cog31/31-el_tutor_20_competencias_para_el_aprendizaje_colaborativo.doc.pdf
Quintanilla,
M.A. (1995). Educación y Tecnología, en
J.R. Rodríguez Diéguez y O. Sáenz Barrio. (Dir.) Tecnología Educativa.
Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación. Alicante: Marfil.
Investigador:
Arq. Enrique A. Simmonds
B.
Universidad “Dr.
Rafael Belloso Chacín”
Maracaibo –
Venezuela
Junio 2014
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